Esta adaptación del clásico chili con carne la hice unas cuantas veces pero no terminaba de gustarme, y no sabía por qué.
Bruma, de Paraíso Vegetal me hizo ver dónde podía estar el fallo (básicamente, demasiada cantidad de soja texturizada), y gracias a sus consejos, me ha quedado un plato rico, rico, rico ¡gracias!
Ingredientes:
- 1 bote de judías pintas cocidas
- 1 latita de maíz
- 2 puñados de soja texturizada fina
- 1 pimiento rojo
- 1 pimento verde
- 1 cebolla
- medio calabacín
- 3 tomates carnosos
- 2 dientes de ajo enteros y con piel
- un chorrito de salsa de soja
- aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de comino en grano
- 1 cucharada sopera de harissa
- 1 cucharada sopera de café de pimentón ahumado
Elaboración:
En una cacerola antiadherente, vertemos un chorrito de aceite y doramos los dos dientes de ajo enteros y sin pelar. A continuación añadimos la soja texturizada fina tal cual, sin hidratar y salteamos un minutito a fuego vivo. Añadimos un chorrito de salsa de soja y un chorro de agua. Cuando el agua se haya evaporado, añadimos el maíz bien escurrido y salteamos un par de minutos, a fuego vivo también. A continuación añadimos las judías, la harissa, el pimentón y el comino. Reservamos.
En una sartén, añadimos un poquito de aceite de oliva y sofreímos la cebolla en juliana. Cuando esté blandita, bajamos el fuego y añadimos los dos tipos de pimiento y cocinamos bien. Cuando estén listos, añadimos el calabacín con su piel y los 3 tomates rallados. Subimos el fuego y sofreímos bien hasta que se evaporen todos los jugos.
Finalmente lo unimos todo y servimos bien caliente acompañado con arroz blanco o unos nachos.